Las posibilidades sobre mi, (que no son a primer intento tangentes), se van mezclando, cocinando entre vapores parecidos a las respiraciones de nuestros antiguos encuentros.
NADA DE YO. NADA DE TÚ.
Tampoco nosotros.
Seres pasajeros. Transeúntes de cuerpos, ideas, arbitrarios en los diferentes medios, en los que empiezas a creer que se conjuran cerrando la boca, con las casualidades de las nativas pobladoras posibilidades de otro poema parecido a este, en tu mente de papel.