Eras tan caliente, tan suave al tacto que te envolvías en colores,
¿será porque dejé a un lado los por qués? ahora los mismos convertidos en mis deseos concurrentes.
Es tan dulce posar los dedos sobre tus labios
y oír como empiezan los colores a desdoblar mi realidad,
porque son tantos, porque son tan abrumadores, que el sentir hace que me una a ti, y me separe cuando dejes de besarme...
porque al recordarte, las lágrimas que van por mis venas, por fin terminan convertidas en sangre que se quedan dentro, que se sienten como pequeños latidos de tu corazón dentro de mis respiraciones.
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